En nuestra tienda de piscinas, una de las preguntas más frecuentes que recibimos es: “¿Cuál es el tamaño ideal para una piscina?”. Pero respuesta nunca es universal. Y es que cada proyecto tiene sus particularidades: el espacio disponible, el tipo de uso que se le dará y el presupuesto influyen directamente en la decisión final.
Sin embargo, existen criterios muy claros que pueden ayudarte a determinar qué dimensiones son realmente adecuadas para tu hogar y tus necesidades. ¡Sigue leyendo y descúbrelos!
Factores clave para determinar el tamaño de una piscina
Espacio disponible en la vivienda
El primer punto a analizar siempre es el espacio real del que dispones. Como norma general, se recomienda que la piscina no ocupe más del 30% del terreno, ya que el resto del espacio será necesario para zonas de paso, áreas de descanso, mobiliario exterior, vegetación, duchas o incluso medidas de seguridad.
Cuando el jardín es reducido, las piscinas compactas, rectangulares o las versiones tipo “carril de nado” permiten aprovechar al máximo el espacio sin renunciar a la comodidad.
Uso previsto de la piscina
El uso principal condiciona directamente las dimensiones ideales:
- Ocio familiar: las piscinas de 6×3 m o 7×3,5 m ofrecen espacio suficiente para juegos, descanso y reuniones sin sentir saturación.
- Natación: si buscas una piscina apta para entrenamientos, lo recomendable es que tenga entre 8 y 10 metros de largo, o que adopte un formato estrecho y alargado estilo carril.
- Decoración o ambientes relajantes: en estos casos, las piscinas pequeñas, de diseño especial o con elementos como rebosaderos, cumplen más una función estética que deportiva.
Número de bañistas
No es lo mismo diseñar una piscina para dos personas que para una gran familia. Para hogares de 4 a 6 miembros, un tamaño medio suele ser suficiente para permitir movilidad, juegos y confort. Sin embargo, si acostumbras a recibir visitas o te gusta organizar reuniones, una piscina más amplia garantizará una experiencia más cómoda para todos.
Profundidad adecuada
Piscinas de uso familiar
La profundidad determina tanto la seguridad como la funcionalidad. En la mayoría de los casos, una profundidad entre 1,20 y 1,40 metros resulta ideal: permite nadar, jugar y hacer ejercicio con comodidad. Además reduce el consumo de agua y facilita el mantenimiento.
Piscinas deportivas o técnicas
Cuando el objetivo es entrenar, practicar clavados o actividades más específicas, se pueden diseñar sectores más profundos, siempre teniendo en cuenta las normativas de seguridad. Una combinación de zonas poco profundas y otras más profundas puede ofrecer versatilidad sin comprometer el uso cotidiano.
Conclusión: elige con criterio
El tamaño adecuado de una piscina es aquel que se adapta a tus necesidades reales, al espacio del que dispones y, sobre todo, a la seguridad de quienes la utilizarán. No existe una medida perfecta para todos, pero sí una perfecta para ti. Además, recuerda que la elección del tamaño debe ir acompañada de un buen equipo de mantenimiento, productos de calidad y sistemas adecuados para garantizar claridad, higiene y durabilidad.
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