El uso adecuado de un alguicida para piscinas es esencial para mantener el agua limpia y libre de algas. Las algas, además de afectar la apariencia del agua, pueden ser perjudiciales para los bañistas.
A continuación, te explicamos los pasos a seguir para aplicar correctamente el alguicida y asegurar el mejor cuidado de tu piscina.
Identifica el tipo de alga
El primer paso es identificar qué tipo de alga está presente en la piscina. Existen diversos tipos de algas, como las verdes, negras, amarillas o de mostaza. Aunque puedes encontrar alguicida para piscinas de uso general, también hay productos diseñados específicamente para tratar un tipo particular de alga. Por lo tanto, escoger el alguicida adecuado es fundamental para garantizar la efectividad del tratamiento.
Calcula el volumen de la piscina
Antes de aplicar el alguicida, calcula el volumen de agua de tu piscina, ya que la dosis depende de la cantidad de agua que contiene. Sigue siempre las instrucciones del fabricante, que te indicará cuánta cantidad de producto debes usar en función del tamaño de la piscina. Recuerda utilizar guantes y protección ocular para evitar cualquier contacto directo con el producto.
Dosis de aplicación
Existen dos tipos de dosis a tener en cuenta cuando se aplica un alguicida para piscinas:
- Tratamiento de choque: Este se utiliza al inicio de la temporada o cuando la piscina presenta signos evidentes de algas.
- Mantenimiento regular: Se realiza de manera periódica durante toda la temporada, especialmente en épocas de calor intenso y uso frecuente.
Aplicación del alguicida
Una vez calculada la dosis correcta, vierte el alguicida para piscinas directamente en el agua, con la bomba de la piscina encendida. Esto permitirá que el producto se distribuya de manera uniforme en toda la piscina en unos 10-15 minutos. Después de aplicarlo, espera al menos 30 minutos antes de que los bañistas puedan volver a ingresar al agua.
- Consideraciones después del tratamiento
Es normal que, tras un tratamiento de choque, las algas verdes se tornen blancas o se desprendan. Si el agua se vuelve turbia, puedes emplear un floculante para aglutinar las partículas, que luego se retirarán con una barredera.
Mantenimiento regular
Para mantener el agua en condiciones óptimas, es recomendable aplicar la dosis de mantenimiento semanalmente, especialmente en piscinas que se usan con frecuencia. Siguiendo estos pasos, podrás evitar la aparición de algas y otros problemas comunes en tu piscina.